Historia

Los poetas pueden describir en letras, la belleza de un cielo estrellado y tienen el privilegio de ver el perfil oculto de las cosas. De vez en cuando nace alguno, sencillamente como nacen los ricos, los pobres, los fuertes o los enfermos.

Y si además de ser un poeta, es un contor y un guitarrero, entonces lo poesía se hace canto y música y de pronto un pueblo, un arroyo, o la misma gente humilde que no tiene voz, se puede expresar con fuerza increíble.

En cada uno de los tantos poemas que ha compuesto hasta la fecha Nilo Melbin, se puede encontrar resaltadas las pequeñas grandes cosas que a veces al observador desprevenido se les pasan desapercibidas, pero que realmente importan mucho en el diario vivir, hasta a veces ser imprescindibles.

Nilo Melbin Eichemberger es de origen campesino y seguro que en la inmensidad de los amaneceres donde sólo se ven cielo y tierra, aprendió a querer mucho las cosas de su terruño. Dijo una vez: “Quiero a mi tierra más allá de todo”.

Nilo Melbin nació en una Colonia cercana a Malabrigo, en aquel entonces un pueblo, hoy una ciudad, que se encuentra en el norte de la pcia. de Santa Fe, también llamado “El Chaco Santafesino”.

Ya que esa zona antiguamente se hallaba comprendida en los mapas en la gran zona del Chaco, que abarcaba el hoy norte de Santa Fe, parte de Santiago del Estero y todo lo que es la pcia. del Chaco.

Cuando se hizo hombre montó un negocio en una de las calles principales de Malabrigo. “Joyería El Rubí”, reza el cortel del frente.

El abuelo de Nilo Melbin era músico, también lo fue su padre y sus tíos. De allí obtuvo sus primeras lecciones musicales y también la vocación de amar y respetar la música de su tierra.

A los doce años comenzó a estudiar la ejecución de la guitarra y apenas dominó al instrumento incursionó en distintos escenarios del ámbito local, para luego lanzarse a lograr actuaciones en poblaciones vecinas.

Nilo Melbin fue integrante del grupo Orquestal “Los Ases” por más de diez años participó en el grupo “Nestor y los del Ritmo”, en el cual era guitarrero y cantor.

Cuando este conjunto se disolvió, atendió una invitación que le había hecho el señor Aníbal Molina, guitarrero y cantor también nacido en Malabrigo, pero en ese tiempo residente en Buenos Aires.

El señor Molina le comunicó la posibilidad de registrar en SADAIC algunos de los muchos temas de su autoría y Nilo Melbin hizo muchos viajes a la Capital Federal para ese efecto.

Nunca se supo donde estuvo la raíz, pero le surgió el apodo de “EL TIGRE” y la gente comenzó o llamarlo así. Nilo decía: “No sé si me cae tal”, pero debió aceptarlo porque se hizo popular.

El conjunto folklórico “Los del Norte” en su segundo cassette, le grabaron una litoraleña denominada “Puertito Mendoza” y en el tercero ya participó Nilo Melbin con su guitarra en los doce temas y dos temas que son de su autoría.

En el cuarto cassette de “Los del Norte” hay diez temas de su autoría y le permitió a Nilo, trabajar en las radios de todo el país.

Participó con “Los del Norte” en un certamen a nivel nacional, por los 20 años de radio del programa “Agentinísima” organizado por Julio Marbiz, donde se obtuvo “Mención Especial” en el rubro chamamé.

La prensa oral y escrita y la gente importante del ambiente folklorista, siguió muy de cerca este evento que duró 8 meses y se llevó a cabo por Radio Excelsior y Radio Belgrano.

A continuación fueron muchos los conjuntos que le grabaron temas de su autoría. El Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral, la Fiesta Nacional del Surubí en Goya -Corrientes- y muchos otros eventos importantes lo vieron actuar triunfador.

Luego su propio cassette, con el acompañamiento de Nestor Colignón, su cuñado por partida doble y entonces ya fué común escuchar por Radios de Santa Fe, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Tucumán, Salta, Córdoba, y también en Buenos Aires, su música llena de regionalismo.

En abril de 1995 el señor Jorge Bengoechea “El Huinca”, con su programa radial “La Posta del Huínca” en Buenos Aires, homenajeó a Nilo Melbin. Justo premio para un gran luchador por nuestra música.

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