Como un pájaro más de las riberas agrestes del arroyo del Mal Abrigo, o de los montecitos achaparrados, o de los campos de la región, Nilo Melbin Eichemberger canta.
Este paisano gringo anda por la vida camarada de la gente y enamorado del paisaje de su comarca (y nunca mejor que ahora la mención de un vocablo que señaló el nombre de un libro de Samuel Cernadas, autor de versos y canciones regionales, como Nilo).
Canta este gringo paisano y las palabras le nacen en el pulso, en la garganta, en el corazón, en el alma. Sus poemas y sus letras cancioneras reverberan como chispas en la noche. Tocan la piel de sus hermanos, se hamacan en las hojas de palma, se tajean en los pajonales, endulzan las naranjas, besan el rocío de la madrugada. Hombre y geografía, emociones y sentimientos, el verbo haciéndose cruz de senderos. Nadie busque en estas páginas la literatura de los cenáculos, de los institutos educacionales ni los textos de estudio. Aquí está el hombre que canta a su pueblo y a su lugar, poniendo en sus labios el acento y el lenguaje de los suyos.
Como en la Edad Media europea, el trovador, el juglar anda por los caminos. Hagamos silencio. Escuchemos. Cantemos con él.
Pablo Alcides Pila
Reconquista, junio de 1997
Gracias a los que me apoyaron, hoy he podido cristalizar ese sueno que ahora se ha hecho realidad. Por tal motivo tengo el enorme gusto de presentarles esto que di en llamar “Mis canciones y algo más “.
Lo cierto es que ya nos estamos comunicando, puede ser que este trabajo no contenga un caudal literario pero si les aseguro que en estas páginas he puesto de manifiesto toda mi sensibilidad y sentimientos. Vivencias que me ha tocado experimentar en distintas situaciones de la vida a lo largo de 30 años transcurridos. Por eso he querido compartir esto que late muy cerca de mi corazón, que no es otra cosa que una cuidadosa selección de toda la obra de quien hoy se regocija de alegría,fruto de largas horas de desvelos, de acariciar sueños y volcar al papel todo lo que el alma dictara en ese preciso instante.
Queridísimos amigos, espero no defraudarlos. Más bien quedaré a la espera de su comentario, o de una buena crítica cosa que les estaré eternamente agradecido.
Debo agradecer infinitamente a Pablo Alcides Pila, Carlos Alberto Elías, Angela Bondad de Torossi, al Senador Pcial. Delkis Scarpín, al Diputado Nacional Carlos A. Fabrissín, al Banco Argencoop. filíal Malabrigo, Municipalidad de Malabrigo, a los amigos de INCUPO y por supuesto a todos los que siempre estuvieron a mi lado.
Nilo Melbin Eichemberger
Malabrigo, junio de 1997